Una de las cosas que más me va a doler cuando se ejecute el ERE será despedirme de la gente del departamento de expediciones.
Pese a no trabajar en él, he compartido con ellos muchos momentos durante mis tres años. El grupo humano que conforma expediciones es, mejor dicho era, de una calidad excepcional. Como todos los departamentos ha visto como sus efectivos eran reducidos, aunque no de forma tan drástica como otros cuya actividad desaparecía.
Y yo quiero aprovecharme de Diario de un ERE para despedirme de ellos, ya se que personalizo y eso no está demasiado bien. Pero que me perdone el resto de compañeros. Pero es muy probable que sin la gente de expediciones no hubiera existido «Diario de un ERE».
Los toreros:
Jesús Estrada, o como algunos le llaman «Torrente». El más duro de toda la fábrica. Pero con el trato descubres que es todo impostura, que es una persona sensible que se defiende de un mundo agresivo, que tiene un corazón tan puro como el de un niño. Muchas veces nos hemos peleado, pero más nos hemos reído. Lector reconocido de «Diario de un ERE», me gustaría creer que te ha servido como cierto revulsivo en el tema social.
Jesús no irá a Vallmoll y ya no le veremos más en su máquina, la número 5, por lo que a mi respecta es la persona que más pena me ha dado que no continúara, él lo quería, pero la empresa ha decidido darle la patada. Sé que se va a enfadar cuando lea eso de «dar pena», así que Jesús, un abrazo, tienes mi respeto, y ya sabés donde encontrarme, seguro que te ira fenómenal.
Israel Sánchez, o uno de los mejores trabajadores de Cerámicas Sugrañes, y mira que los hay buenos. Torero aplicado y con inquietudes más allá del trabajo. Trato fácil y mucha, pero que mucha, humildad. Es curioso comprobar como una de las personas que peor conducen, temerario él, resulta el ejemplo de sensatez, tanto a la hora de afrontar el trabajo como situaciones tan díficiles como el ERE. Tú continuas, me alegro un montón por tí. Un abrazo Isra, eres grande.
David Morera, el alma sensible de está fábrica. Torero y responsable de calidad. Si me lo permites, en más de un aspecto nos parecemos, yo también ame a esas mujeres imposibles. Yo que sé decir de ti. Que me ha encantado conocerte, que me gustaba hablar con alguien que no le gustaban los habituales caminos trillados. Tu sensibilidad y humor inteligente se me quedan en la memoria, no sólo tu gorra. Perteneces a los «elegidos», espero que te vaya muy bien en Vallmoll.
José Ramón. Mira que ni me he quedado con tu apellido, sé que no es Melendi, si te sirve de consuelo. El más joven de los toreros, creo que apenas 23, ni un año de antigüedad. Eres uno de los pocos, si no el único, beneficiado con esto de el ERE, joven y con una indemnización el triple de lo que en otra circuntancia sería lo normal. Ya sé que quieres aprovechar este tiempo para estudiar, no cambies de opinión. Poco tiempo contigo, pero lo suficiente como para ver que tu humor cabroncete revela que tienes cabeza, aprovechala.
Oriol Bayo. Si Jesús fue el dolor de la jornada, Oriol fue la sorpresa; sin tres años de antigüedad, poco más de dos, y consiguió, o tuvo la suerte, de que la empresa contase con él. Uno de los pocos trabajadores con sonrisa eterna haga la faena que haga. Transmites entusiasmo. De los pocos defectos, esa eliminación del Werder Bremen a manos del Espanyol, tu alegria fue mi tristeza. ¿Sabé la empresa que da trabajo a un «perico»?. Ojala que te vaya muy bien en Vallmoll
Ulises Fernández, Uno de esos casos raros en la empresa. En esa situación que comunmente se denomina como «con contrato» (aunque todos lo tengamos. sólo que el nuestro se le mal llamaba «indefinido»). No está sujeto al ERE, pero su futuro cuando cumpla contrato en enero parece negro. Y sin derecho a la indemnización del ERE.
Pero a Ulises ha peleado como el que más; no ha faltado a casi ninguna concentración y ha mantenido el espiritú de lucha hasta el final. Ulises, no te dejes llevar por el nihilismo, sólo falta darle sentido a tu pelea, y haras algo grande. Tienes un punto fascinante.
las administrativas estaban fuera del ERE, pero no por ello vamos a relegarlas al olvido:
Magda Puello, la «abuela», ni sé cuantos años lleva ya en la empresa, y desde cuando recibe a los camioneros que vienen a cargara o descargar. Digamos que es la cara amable que se encuentran los choferes de todos los países. Quizá en su momento estuvo más metida en el mundo de oficinas, pero los suyos, sin duda, son expediciones. Voy a echar de menos nuestras peleas dialecticas.
Susan Sanchez, la eficacia y la simpatia con forma de mujer, una explosiva mezcla que tienen la suerte de disfrutar en Expediciones. Nunca oí una mala respuesta, ni una mala cara, ni una negativa para ayudarme a hacer algo que en principio no le correspondía. Nos hemos tratado poco, pero creeme que eres una de las personas que mejor impresión me ha causado.
Y llegamos a los dos «capullos», digo, a los dos «capos» de expediciones, por supuesto, ambos dos continuan e iran a Vallmoll;
Enrique Prado, como dice él, su trabajo consiste en que nadie deje de trabajar. Menudo, inteligente y perspicaz. Toneladas de humor negro que no sé si protegen un alma sensible, a mi me parece que la vendió al diablo hace mucho tiempo. Tres años de mi vida comiendo de lunes a viernes con él, compartiendo tertulias inverosimiles y muchos diferentes estados de animo. Ya veremos como aguantas tú solito el azote carlista.
Rafael Arevalo, el jefe de almacén, o «sosoman» como el mismo se autodefine. Mentira, hemos hablado mucho, lo suficiente para saberlo. ya no volveremos a vernos tomando un cafe o mientras mondas las piezas de fruta, que pena. Ya no podre reprocharte aquello de «empresa». Ya no podremos coincidir tanto como hacíamos.
Y a vosotros dos, Rafa, Enrique os dejo un reproche, pero pequeño, salvo aquel día de concentración al mediodía, ningún sólo otro día habeís almorzado en la carretera con vuestros compañeros. Yo sé que vuestras circunstancias eran las que eran, y muchos, o todos, hubieramos hecho lo mismo, espero que os sirva de consuelo, pero tenía que deciroslo.
Por que también sé que sin vosotros dos este «Diario de un ERE» no hubiera sido posible. Confidentes obligados de mis angustias y alegrias, no habeís si no escuchado y apoyado. Y no sólo eso, yo creo que sin esta extraña pareja hace bastante tiempo que habría dejado esta fábrica. Eraís un gran estímulo, que no incitadores, espero que este agradecimiento no se vuelva en vuestra contra. No en vano Lev Mishkin es el autor y responsable de todas las entradas.
Los vascos no solemos regalar la palabra amigo, la guardamos para unas pocas personas que vamos encontrando a lo largo de la vida. Yo sé, Rafa, Enrique, que allí en Cerdanyola dejo dos grandes amigos.
Una última cosa, esta entrada esta dedicada a Jesús, ese gran «torero», que es como se llaman aquí los que llevan la Fenwick. Su «toro» ha quedado varado como una ballena en una playa, sin rumbo, sin destino, no como Jesús que alcanzara su lugar en el mundo. Va por tí.