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Ya no va más. La partida terminó.

diciembre 18, 2008

  1. Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo:
  2. Su tiempo el nacer, y su tiempo el morir; su tiempo el plantar, y su tiempo el arrancar lo plantado.
  3. Su tiempo el matar, y su tiempo el sanar; su tiempo el destruir, y su tiempo el edificar.
  4. Su tiempo el llorar, y su tiempo el reír; su tiempo el lamentarse, y su tiempo el danzar.
  5. Su tiempo el lanzar piedras, y su tiempo el recogerlas; su tiempo el abrazarse, y su tiempo el separarse.
  6. Su tiempo el buscar, y su tiempo el perder; su tiempo el guardar, y su tiempo el tirar.
  7. Su tiempo el rasgar, y su tiempo el coser; su tiempo el callar, y su tiempo el hablar.
  8. Su tiempo el amar, y su tiempo el odiar; su tiempo la guerra, y su tiempo la paz.
  9. ¿Qué gana el que trabaja con fatiga?

(Eclesiastes, capítulo 3)

Esta noche termina todo. A esta horas se está decidiendo el futuro de 130 personas. Unos pocos mantendran el puesto pero tendran que trasladarse a Vallmoll, otros, más de 80, perderan su empleo y deberan empezar a buscar lo que no hay; trabajo.

¿Quién podrá dormir esta noche? Ni siquiera el cansancio de la jornada laboral, supongo yo, permitira conciliar el sueño. Hoy al menos uno de los cuatro jinetes del apocalipsis (Peste, muerte, guerra y hambre) sobrevolará nuestras cabezas. Y cualquiera duerme con semejante aparición.

Hoy, como ayer, como toda esta semana, ha sido un día duro y triste. Demasiadas lágrimas, demasiados nudos en las gargantas. Y demasiadas esperanzas. Todavía me conmueve la ingenuidad de algunos de los que suponen «elegidos». Vallmoll no los verá allí, pero aún hoy continuan engañandose. No me extraña, el candor y la inocencia suelen ser patrimonio de la gente buena, de la gente sencilla y humilde. Resulta díficil de aceptar que el esfuerzo y el trabajo honrado no sea un valor que tener en cuenta.

Y de eso, de honradez, de entrega y humildad está la plantilla de Rosa Gres llena. Como todas las plantillas de todas las empresas del mundo entero. Desengañemosnos no somos los más buenos, pero sí que lo somos. los trabajadores, todos, somos así. Y por lo tanto no es ninguna quimera luchar por nosotros. Nos los merecemos, somos mucho mejores. Nuestra maldad no va más allá de «escaquearse» 5 minutos para tomar un café o fumarse un cigarrillo. Nosotros no disponemos de esa arma de destrucción masiva que es el ERE.

El drama de estos días, por lo tanto, es una constante en esta empresa. La incertidumbre de todo este tiempo, de estos más de 3 años, se ha convertido en una losa capaz de sepultarnos a todos en el dolor. Pero lo soportamos como podemos, unos centrandose en el trabajo, otros en conversaciones con los compañeros, otros…

Lo que es en mi caso he optado por buscar algo de energia «creadora» y evitar la «destructora». Me gusta la gente, me gusta mucho la gente de esta fábrica. Y entrevistarles, a la minima oportunidad posible, me está salvando del naufragio. Muchas historias personales, muchos recuerdos, con un denominador común, el ERE. Mi mujer me reprocha que acabare, ya no viviendo únicamente mi drama, si no el de 130 personas. Se equivoca, yo honro la memoria de mis compañeros como buenamente puedo. Al fin y al cabo su historia es la mia. Y sus testimonios estremecen, pero también ayudan. Ayudan a ver de lo que verdaderamente está construido el ser humano, y no es el dinero. Son recuerdos, son palabras, son gestos y son huellas.

Implicarse es una obligación, desaparecer y borrarse del proceso una cobardía indigna.

Esta noche no dormire, pensando en mis hijos, pensando en vosotros; camaradas

Y no olvideís, que pese a las apariencias y lo que nos digan, el porvenir es nuestro.

Edito, es, efectivamente, una noche de insomnio, de tristeza, me gustaría dedicaros una canción, extraída del film «Dersu Uzala». desgraciadamente solo la encuentro en un video de youtube quizá algo largo. La canción comienza en el minuto 5:08, va por vosotros, amigos mios: